2021: Planes personales y empresariales

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Publicado el 10 diciembre, 2020

El primer fin de semana de diciembre de este año 2020, que es un parteaguas para todo el mundo, releí mi carta de propósitos que hice el primer día de enero y que escribo año tras año como una ruta a seguir.

Hay propósitos que no cambian, son los de cajón, se cumplan o no.

Pero claro que, los propósitos que tenía en la infancia, con toda seguridad sonaban más como carta a Santa Claus que a un plan de vida personal y profesional.

Y por supuesto, conforme uno crece las prioridades van cambiando.

En esta ocasión conforme iba leyendo y llegué al quinto propósito, no pude disimular mi cara de asombro.

Qué lejos estaba de las prioridades que justo en este momento tengo y que, al parecer, compartimos la mayor parte de la población mundial que es mantenernos vivos.

Así que empecé a hacer notas para ir detallando mis propósitos para el 2021, y definitivamente me di cuenta que en esta ocasión, no se tratará de aquéllos que dependan sólo de mi voluntad y buenos deseos.

Primero tendré que aceptar y asumir que muy poco dependerá de mí. Por lo que tendré que hacer uso de toda la experiencia y capacidades que posea para analizar el entorno y enfrentar de la mejor manera lo que venga. Capotear la tarde diría mi Madre.

Y para ello el plan de vida, profesional o empresarial de siempre, tendrá que ser un Plan de Contingencia para transformar la crisis en oportunidades.

Hoy como nunca he podido ver con toda claridad como está tan absolutamente ligado simbióticamente el individuo con su emprendimiento.

Los planes de vida son tan necesarios para la persona, como los Planes Empresariales lo son para la empresa. Y en momentos de crisis se necesita de la férrea voluntad del individuo para darle aliento de vida a su emprendimiento y viceversa porque las empresas son entes vivos con su propio ADN.

Dentro de ese mapa y rutas a seguir que conforman los Planes, siempre se debe contemplar uno de Contingencia.

Si no se cuenta con él, nada importa que con anterioridad se haya elaborado un excelente Plan de Negocios, de Ventas, Marketing y otros. Qué bueno que se hayan hecho porque el porcentaje de apoyo que arrojen en una contingencia será ganancia.

Pero el Plan de Contingencia es el que sacará de la crisis a una Empresa.

Exige más que valor y buena voluntad, exige capacidades profesionales y adiestradas: habilidades y destrezas que tendrán que utilizarse a tope para definir, casi adivinar, un camino a seguir en medio de la neblina.

Cada empresa o negocio debe elaborar su propio Plan de acuerdo a sus características.

Pero de una manera general debe contemplar un mínimo de etapas básicas como la evaluación de riesgos; la planificación o estrategia de acciones en las diferentes etapas de la crisis; pruebas de viabilidad de la continuidad del negocio y la ejecución que muy seguramente será a base de pruebas.

Esta pandemia nos está dejando muchas lecciones valiosas. Nos ha hecho volver a lo esencial, a valorar y diferenciar lo importante de lo urgente y ha fortalecido las capacidades y la voluntad de salir adelante a pesar de lo tupido que nos llueva.

Mi carta de propósitos para el 2021 será más breve y más auténtica, Tal vez siga incluyendo “mejorar mi caligrafía” y estará lo de cajón.

Sin duda el coronavirus ha sido un gran maestro, pero ya queremos que se vaya.

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