Mucho se ha escrito sobre el uso del cubrebocas desde que la pandemia por Coronavirus o Covid19 apareció en nuestras vidas.
No es un tema exclusivo de México. En el mundo entero hubo Líderes de Países o autoridades sanitarias que se contradecían, otros que se negaban a usarlo, otros que decían que no servía de nada y en fin, diversas posturas sobre este pequeño pedazo de tela que ha marcado la época actual de la historia mundial como la ERA del COVID19, y por el cual en el futuro cuando vean fotografías, nos distinguirán como los habitantes que sufrimos una de las peores pandemias del mundo.
El uso de cubrebocas en la Ciudad de México sería permanente hasta que no haya una vacuna contra el coronavirus, puesto que la mascarilla auxilia a disminuir los contagios, aseveró la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo.
El cubrebocas sólo podíamos observarlo en Hospitales y ambientes médicos, de no ser por la llegada de la Influenza en 2009, que nos inició en esto de su uso, pero que jamás imaginamos que en esta ocasión pudiera marcar la diferencia entre permanecer sano o no.
Casi nos hemos vuelto unos especialistas en reconocer marcas, origen, calidades. Algunas personas se pusieron muy creativas, aunque con la duda de que el uso de ciertas telas utilizadas cumpliese con las condiciones estrictas para la función específica que debe cubrirnos, que es como ya lo sabemos, de la propagación de gotículas de saliva que es la vía por donde se supone, se transmite el virus.
Aunque algunas autoridades sanitarias digan que no es necesario utilizarlo y luego dijeron que sí y así deambulan entre la duda, lo mejor es utilizarlo de manera apropiada, no en la cabeza como diadema, no en el cuello como collar y no en la bolsa del pantalón como billete viejo y arrugado.
Es criterio y responsabilidad de cada uno de nosotros utilizarlo para evitar en la medida que sea, la propagación del virus. Nos cuidamos a nosotros mismos y cuidamos a los demás. Es un tema de corresponsabilidad. Es un tema de educación y cortesía. Pero mucho más que eso es un tema de vida o muerte. Así que, por las dudas, mejor sí lo utilizamos. No nos cuesta mucho, no nos piden mucho y si ganamos mucho.
Y por favor, seamos también responsables con el ambiente y el planeta al tirarlo a la basura, que sea por inicio cortarlo por la mitad para evitar su reutilización, que lo están haciendo quienes los rescatan de los tiraderos de basura y los venden causando con ello la propagación de contagios y por otro lado, que son deshechos que están terminando en el mar y contaminando diversos ambientes.
Seamos responsables con todo el ciclo de este material y por favor ¡Usa el cubrebocas!