Por. Josué Alain Ferrer Rodríguez
Los círculos restaurativos son espacios seguros de diálogo donde se construyen,
colectivamente, soluciones a conflictos difíciles, restaurando las relaciones entre las
personas involucradas. Una característica esencial de los círculos es la colectividad. La
colectividad juega un papel muy importante en la solución de conflictos porque es en este
grupo de personas donde se edifican valores como el respeto, la responsabilidad, la
imparcialidad, la solidaridad y la empatía. El proceso del círculo es un modelo totalmente
distinto a la mediación, la conciliación o el arbitraje. Los círculos están diseñados para
empoderar a las personas y devolverles su fuerza de voluntad para hacer cambios
inmediatos dentro de la comunidad. Todas las personas que participan en un círculo son el
apoyo, per se, de todos los involucrados en el conflicto.
Otro aspecto importante a destacar, es la intervención de un facilitador o guía, que lleve el
proceso de círculo a un resultado positivo. Aún cuando las partes deciden la solución del
conflicto, es el guía quien orienta (no aconseja), y tiene la responsabilidad de crear el
ambiente seguro donde promueva un proceso justo de participación para las personas; este
proceso justo está enfocado desde escuchar, con una disposición al cambio, hasta
proponer, buscando el beneficio de todos para la restauración de relaciones.
Ahora bien, la familia, como base de la sociedad, se ha convertido en el sector poblacional
más importante para aplicar círculos restaurativos. Existen casos de éxito donde las familias
en conflicto se han aperturado a participar en un proceso de círculo para resolver sus
diferencias, poniendo énfasis y relevancia en sus relaciones que a lo largo de muchos años
han mantenido y que, por malas interpretaciones o malas informaciones causantes del
conflicto, llegan a afectar considerablemente a toda la familia. Para resolver conflictos
dentro de núcleos familiares es imprescindible que se aborde la situación desde la
aceptación del pasado, es decir, adentrarse a las causas y motivos del conflicto; la
oportunidad en el presente escucharse y, la visión a futuro de saber que pueden tener una
relación más pacífica.
En 2015, dos familias en conflicto, de hace más de 10 años, habían traspasado
generaciones con ese mismo conflicto sin darle una resolución eficaz por una sencilla razón,
habían intentado solucionar el conflicto de manera individual, lo que les acarreó la
consecuencia de no resolver el conflicto de fondo. Fue cuando se decidió aplicar un círculo
restaurativo, que ambas familias lograron comprender la razón de muchas actitudes de ellos
mismos. El espacio que les brindó el círculo les ayudó a responsabilizarse de manera
individual de sus actos y respuestas, y les brindó la oportunidad de escucharse para saber y
comprender lo que en realidad había pasado. El respeto a la dignidad de las personas, sin
calificarlas como buenas o malas, les abrió la consciencia para mirarse como seres.
Josué Alain Ferrer Rodríguez.
Abogado especialista en mediación y justicia restaurativa. Capacitador y consultor en Mecanismos
Alternativos de Solución de Controversias. Fue facilitador certificado en materia penal de la Fiscalía General del
Estado de Oaxaca. Ha participado como ponente en diversos foros de justicia y mecanismos alternativos.
Promueve y difunde el uso de la mediación a través de sus redes sociales para que esté al alcance y
conocimiento de toda la ciudadanía:
Facebook e Instagram: @josueferrermediador
Web: www.josueferrermediador.mx