El FMI proyecta la peor caída de la economía mundial desde la Gran Depresión por el impacto del COVID19.
Se prevé una contracción global del 4,9% en 2020, frente al 3% calculado en abril de este mismo año.
Mientras en México la proyección de afectación se prevé hasta de un 10,5%.
Por primera vez, todas las regiones están en recesión.
El pronóstico de crecimiento del FMI para el 2021 en América Latina es del 3,7% considerando que le precede una caída -9,4% en el 2020.
En México el crecimiento para 2021 sería del 3,3%.
Y sólo como un comparativo para tener una referencia, China crecería al 8,2% en 2021, siendo que en 2020 tiene un crecimiento del 1,0%.
Preocupa que la desaceleración puede provocar un aumento de la desigualdad ya que los trabajadores informales, poco remunerados, las mujeres y población vulnerable, se ven perjudicados por el desempleo.
Entre las propuestas que los países están diseñando para impulsar la recuperación es la inversión en Energía Verde, que tiene ventajas como reducir las emisiones y mejorar la calidad del clima y que, para efectos de la reactivación económica, puede generar empleos.
Pero al parecer las políticas actuales en nuestro País sobre el tema de Energía tiene otros rumbos.